Casa Luna

La geometría del techo forma un cuarto de la circunferencia del círculo. Las posiciones de las cerchas están definidas por vectores que se irradian desde el centro del círculo, el cual está ubicado en el jardín. Cada cercha define un contorno, y entre todas definen una superficie dinámica y ondulada. Con un pasto local silvestre llamado Inea, se hicieron esteras al estilo antiguo, tejidas con fibras naturales y hechas a la medida para consolidar la superficie interna del techo de manera dorada y texturada.

 

Así como el cielo de Inea unifica el espacio, una danza gestual de columnas crea distinciones interiores. Persianas curvas de lata de guadua, ubicadas entre columnas, consolidan los umbrales internos. Contornos altos y bajos permiten crear una gama de condiciones, respondiendo a necesidades como privacidad o apertura al paisaje.  

 

Dentro de la casa, toda superficie se unifica dentro de una gestualidad de fluidez, incluyendo la forma suave de la topografía original del suelo, las formas dinámicas de las bóvedas de Inea, y las persianas en abanico entre columnas. Las superficies horizontales como mesas, plataformas y bancas dan equilibrio a la experiencia espacial. Las bóvedas de Inea son altas para los espacios compartidos, y un poco menos altas para los espacios privados de dormir, resguardando el espacio onírico para un descanso pleno y revitalizador.

 

El baño seco, “La infinitud de la materia”, se encuentra a pocos pasos, resguardado entre el bosque, como una estructura externa que se accede por unos pasos de piedra. Dentro del jardín de la casa, varias jardineras orgánicas se encuentran distribuidas entre un forraje bajo y suave – perfecto para caminar con pies descalzos. Una ducha al aire libre permite embeberse entre el bosque y sentirse expuesto a las influencias cósmicas del cielo.