el Imaginario

La geometría de la vesica piscis simboliza el acto de co-creación, en la forma de dos círculos que se intersectan. Una proyección tridimensional de esta forma sagrada se genera al imaginarse dos círculos en rotación, como esferas intersectadas. Éste fue el punto de partida para este diseño, el cual fue expresado materialmente con dos grandes vigas curvas de guadua que conectan dos grandes rocas. Una segunda vesica piscis (en la forma de vigas curvas de lata de guadua) se generó en relación a la pendiente del terreno y las rocas existentes, en un gesto de apertura hacia el sol naciente.

 

Estas geometrías primarias se conectan con la tierra y con el cielo. El suelo se esculpió para expresar la forma de la segunda vesica piscis como un refugio para la contemplación y las prácticas que dan raíces al ser. Hacia el cielo, las geometrías estructurales se abren hacia la luz, formando un gran abanico de 360 grados con un óculo central que ilumina suavemente el espacio interno. El espacio cónico creado por este gesto está levemente inclinado hacia la montaña, abriendo el espacio hacia los horizontes en la distancia.

 

La reciprocidad estructural en el techo también es una expresión de la co-creación. Cada guadua del techo descansa sobre otra guadua, creando un círculo de sinergia estructural. Éste gesto se consolida con una textura en lata de guadua que irradia desde el óculo.